Concentrarse en público específico
Entre más entiendas a tus compradores, más rápido crecerá tu negocio. Se trata de comprender el problema que tu producto/servicio puede resolver, así determinarás quiénes estarían dispuestos a pagar por ella.
Centrarse en las emociones
Haz que tu cliente se sienta especial, un acto sencillo como Starbucks que escribe los nombres en las tazas o Coca Cola que tiene los nombres en latas de soda, son algunos ejemplos que hacen que las personas se sientan identificadas porque se les toma en cuenta. Dar algo inesperado, ser memorable y comunicar empatía, son algunas cosas que motivan a tu consumidor.
Generar experiencias que vinculen al consumidor
Esta es la premisa principal del marketing experiencial, se basa en que la gente no compra con la cartera, sino con el corazón; es decir, las adquisiciones son emotivas y no racionales. Crear una experiencia que toda persona quiera repetir, donde el servicio al cliente sea fundamental, tiene más importancia que otra cosa. No tiene nada que ver con inversiones extraordinarias, sino con tocar fibras y exceder las expectativas de tu consumidor.
Ser el factor diferencial en el mercado
Toda compañía que no diferencie sus productos o servicios, terminará compitiendo por la única variable que el cliente puede comparar, el precio. No cualquier atributo es un potencial diferencial. Debe ser percibido como único en el mercado para que el cliente esté dispuesto a pagar un precio mayor. Debe ser muy concreto y fácil de comunicar de manera que logre posicionarse como tal.