Lovemark es un término creado en el 2004 por Kevin Roberts, CEO de Saatchi & Saatchi, personalidad relevante del marketing y publicidad en las últimas décadas. De acuerdo a sus palabras, un Lovemark es una marca que se ha posicionado en su público generando conexión y sentimientos.
Lovemark es una relación, no una transacción. La emoción del comprador es una parte importante al comprar, el 80% de una decisión de compra se toma por impulsos irracionales. Según Kevin Roberts, existe una receta para crear esta conexión y tienes estos tres ingredientes:
Es la capacidad de estimular los sentidos de los consumidores, es la vía de llegarle a las emociones: a través de los cinco sentidos es que se experimenta el mundo y se crean recuerdos.
Es la capacidad de mantener una relación con los clientes, a través del compromiso, pasión y empatía. El consumidor debe sentir que hay una relación, que es a largo plazo y confiable.
Este atributo le suma complejidad a las relaciones y experiencias porque las personas se sienten atraídas por lo que no saben. Si supieras todo, no habría nada más que aprender o asombrarse.
Si el Lovemark busca lealtad, entonces, ¿cómo puedes llegar al corazón a tus compradores? Ese es el reto que tienen las compañías, algunas de las estrategias fundamentales para crear ese efecto son:
La marca debe transmitir ideales, en esta fase buscas que tu público se introduzca en tus ideales, comportamientos y objetivos. Una forma de abrirte hacia ellos y dejar que te conozcan.