Una marca, de estar bien estructurada es más que tu producto. Es lo que te diferenciará de tu competencia y lo que servirá como camino para tu estrategia de mercadeo. Abarca desde cómo te ves (logo, tipografía, papelería) hasta cómo tratas a tus clientes. Es la percepción que tienen de tu producto y negocio.
Las marcas son únicas e irremplazables. Mientras puede resultar sencillo copiar un modelo de negocio y/o un producto o servicio, copiar una marca es difícil, superarla aún más. Además, los productos tienen un tiempo de vida estimado, mientras que una marca bien estructurada se vuelve atemporal. Un ejemplo perfecto de esto es Nintendo.
Aún cuando su retorno de inversión no está a la cabeza en su industria, se mantiene como la consola preferida entre los seguidores de videojuegos. La compañía se caracteriza porque su marca sirve como medio de innovación en la industria y por saber utilizar los personajes de su marca en cada aspecto de marketing: han perfeccionado cómo hablarle a adultos y niños. Sony con su PlayStation y Microsoft con el Xbox se ven opacados durante la convención de E3 todos los años.
Para tener una marca y potenciar tu negocio a través de ella debes tener en cuenta qué te hace diferente al resto de la oferta: debe ser una combinación de tu producto o servicio y cómo comunicas el valor real del mismo; qué te hace deseable. También debes procurar ser innovador y escuchar atentamente lo que dice tu buyer persona, de otra forma no podrás ayudar a resolver sus necesidades.
Jennifer Kem, la creadora del Expert Brand Method, mencionó en una entrevista para Forbes: “La verdad acerca de los negocios es que las personas no les importará tu producto al menos que hagas que les importe”.
Cuando los consumidores perciben que tu marca es diferente a tu competencia, podrás posicionarte, mantenerte relevante y con un flujo de clientes frecuente aún cuando cambies o hagas un upgrade a tu producto.
A continuación te mencionamos algunos puntos donde la marca funciona para activar tu negocio: